28.7.12

1:27 a.m

El peso aplastante de tu ausencia y el incesante devenir del tiempo corroe todo lo que soy, me consume entre anhelos expectantes y confianzas destrozadas, se entrecorta la mirada ansionsa de explicaciones salvadores pero inexistentes.
Todo sucede mientras los cantos divertidos de la gente errante desencantan la noche y su negrura espesa, esa que me absorve y abraza con ánimos de ahogarme; solo por que su sentido pésame se posa sobre mi, es que el incoherente paso de las letras dentro del reloj se presentan un vez más bajo el telón alucinante de la fantasía hecha pedazos por la realidad.