7.12.10

Rutinario

Porque el miedo es una mierda, la inesxistencia de la valentía rodea
el cuerpo ausente de pensamiento e ilusión, huele a pez, carcome la
alegría y la seguridad, las calles neblinosas se llenan de hedor de rata
descompuesta, la conciencia desaparece cuando la mentira consiste en
la única posible opción de sobrevivencia, los caños se desbordan y
se corre el maquillaje, todo sabe a mierda, el tiempo con ausencias
de lapsos y excesiva presencia de obligacion, el tiempo es un invento
una mentira, una mierda.
El mundo gira y no te das cuenta, pierdes los años entre risas y
segundos detenidos, las canas se añejan con el viento y tus ojos
enrrojecen con la polución, tus manos se arrugan como uvas y un cigarro
crees es la solución, pierdes la compostura y la noción, la razón es ahora
un roedor dentro del amarillento cráneo que oculta tu cabello, el miedo
es imperceptible, pero su olor llega a naricez peculiares mientras
huyes de la única realidad que te acompaña.
Los autómatas que pasan la calle son lo que tu aversión oculta,
incomprensible sabor a cianuro, ganas de tranquilidad muerta, caminar
entre nubes y caer dentro de la masa que se agita entre los mares en
cada vuelta que el planeta da.
Y tu, entre espejos y relojes creyendo que el mundo no volvió a girar.

Nariz

Existen olores que solo ciertas narices pueden reconocer, existen la narices
saladas, las dulces, las inoloras, y las incoloras.
Son las narices incoloras las que poseen el don de reconocer lo que
ninguna otra reconoce, pierden aquella capacidad de oler el dulce, la sal,
lo agrio o lo ácido, incluso pierden el sentido del olfato con respecto a los
animales.
La peculariedad de estas narices es sin duda su capacidad de oler el alma pura
o podrida del ser que se cree pensante y destruye todo a su alrededor, su
cualidad y tal vez mayor facilidad es en reconocer el olor pegado a la piel
de un niño.Las narices incoloras, si que poseen color!su función
principal es oler el verde, el amarillo, el azul, el negro, el lila, esta nariz
huele la gama entera de colores, esos que los chicos señalan diciendo -es abarillo mami,
es abarillo como solecito- las narices incoloras son envidiadas por su siempre
conocida popularidad entre los amantes, si, los enamorados especialmente los que
hasta ahora empiezan a sentir, porque ellos siempre quieren tener en su poder
el olor de su pareja, si es cierto, generalmente las narices enamoradas son
incoloras pero cuando dejan de sentir por miedo se vuelven ácidas o saladas.
Le recomiendo a usted señor lector que se enamore y no pierda nunca de vista
a su nariz, si empieza a salarse la cosa está perdida, solo no olvide entonces
el olor de cada color y cada viento que aquel le traía a su encuentro.

24.11.10

Son la pequeñas luces las que alumbran las grandes penumbras.
Era tarde, el viento silvaba pero yo no podía sentirlo, un
cristal de un metro por un metro, aprisionaba mi incapacidad de
contracción visual y experimental, el sonido de los sapos en el
prado de allí al frente; era dimituta frente aquella inmensidad,
todo y completamente nada sucedía en aquella quietud, mis sueños
divagaban por la mente de un extraño, que pensaba en una chica en
el mundo de aquel lado, eran sueños líquidos,y fluían por cada
una de sus vertebras; creía que lo esperaba en algún columpio
de la ciudad, en el va y ven de los recuerdos fúnebres cargados siempre
de ansiedad; mientras la persiana ubicada frente al cristal divide
el equilibrio del oxígeno y el CO2, él allí junto al sol y yo
aquí bajo la luna.
Me creía de verdad, creía que el viento era real, que mis dientes
se veían cuando parecía que sonreía, que el sonido lo escuchaba yo
y no se lo quedaban mis oidos, que la imagen se invertía detrás
de mi retina, era cierto, todo era cierto en la eternidad de
aquel instante, para él y ella que solo en el reflejo sus imágenes
aparecían, que el aire era frío y el tiempo no existía.